Sánchez da por rotos los puentes con Podemos: no intentará otra investidura si no le aseguran los apoyos
La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, acudirá este viernes a la Zarzuela para comunicar al Rey el fracaso de la investidura. Pedro Sánchez no acudirá de nuevo al Congreso sin un acuerdo cerrado.
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«Los puentes están completamente rotos». La frase sentencia la relación actual entre PSOE y Podemos. La bronca entre ambas formaciones traspasó este jueves todos los límites, precipitados con el órdago final de Pablo Iglesias -renunciando desde la tribuna del Congreso a Trabajo a cambio de las políticas activas de empleo- y su abstención a la investidura de Pedro Sánchez.
Los socialistas salieron de la investidura fallida convencidos de que no habrá otra oportunidad para el líder de Podemos. La tensión negociadora de los últimos días ha constatado una cosa clara: la total falta de confianza entre dos fuerzas llamadas a entenderse. A día de hoy, no hay ni llamadas, ni mucho menos contactos, previstos en agenda. Agosto es largo, pero un mes inhábil políticamente hablando.
El contador para unas nuevas elecciones se puso en marcha este martes, después de que Pedro Sánchez fracasase en su primer intento de ser investido. La cuenta atrás es de dos meses, es decir, hasta el próximo 23 de septiembre. Si entonces no hay acuerdos, las Cortes se disolverán automáticamente y quedarán convocadas las elecciones. Se celebrarán el 10 de noviembre.
Turno para el Rey
Antes, los trámites indican que el Rey decida si abrirá o no una nueva ronda de consultas con los grupos políticos.
La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, se desplazará mañana, viernes, al Palacio de la Zarzuela para comunicarle la investidura fallida de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno. Felipe VI debe decidir si inicia en breve una nueva ronda de consultas de inmediato o si les da un tiempo antes de mantener esos contactos, lo más probable.
De Moncloa sale otro mensaje: que Pedro Sánchez no volverá a intentar la investidura si no cuenta con apoyos, con garantías para salir investido. Es decir, no se lanzarán a otra negociación in extremis y en directo como la vivida en los últimos días, con PSOE y Podemos cruzándose broncas, ofertas y reproches en el hemiciclo.
En este tiempo, Sánchez quiere recomponer las relaciones con PP y Ciudadanos. Aunque no será fácil. Ambos partidos se mantienen en el ‘no’ a hacerlo presidente, al que estos días abroncaron con mensajes muy duros. Desde el PSOE, no obstante, la táctica está en culpabilizar al otro de la parálisis institucional y de conducir al país a unas nuevas elecciones. Un escenario impopular, entre una ciudadanía en la que impera ya el hartazgo por la situación política.
El socialista, en una entrevista en Telecinco, confirmó que no tira la toalla. Aunque ahora se tomará más cautelas y no se precipitará a un Congreso sin sostén. «No es el final del viaje», afirmó. El presidente en funciones reclamó a Podemos, PP y Ciudadanos que sean «responsables para permitir la formación de Gobierno» y poner fin al «bloqueo». «España no merece estar bloqueada», dijo.
Presión a Rivera
El aspirante centra ahora sus ataques en Albert Rivera, quien, destaca, está viviendo una «crisis existencial», en referencia a las dimisiones de la cúpula por desacuerdos en la estrategia con la investidura. Este jueves, sin ir más lejos, se conoció la marcha de Francisco de la Torre.
«Tenemos que retomar el camino del diálogo porque tiene que haber un Gobierno cohesionado y coherente que funcione», añadió, convencido de que eso no será posible ya con Podemos.